Descripción
Uso:
Lo único que debemos hacer es sumergirlos en agua para que empapen y se hinchen, así tendremos suficiente sustrato para poder enterrar nuestra semilla o nuestro tallo del esqueje.
Cuando los mojamos hay que escurrirlos para que un exceso de agua no nos pudra la semilla o el tallo del esqueje.
Una vez escurrido transpira bastante bien, con lo que tendremos que estar atentos para que no se nos seque en exceso.
Cuando nuestra semilla ya ha germinado o nuestro esqueje empieza a mostrar las primeras raíces, ya podremos trasplantarlo a tierra directamente.
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